30 diciembre 2010

Se ha deshecho el alma mía - Carolina Coronado

OCEANO DESPUÉS DE LA TORMENTA


Brillaba el sol aquel día
con luz clara, pura, hermosa;
yo no sé qué presentía,
pero estaba el alma mía
agitada y recelosa.

Antes de ver la tormenta
el Alción la pronostica:
así una emoción violenta
que se siente y no se explica
a veces nos amedrenta.

¡Tempestad!... y recia que era
la que aguardaba a mi vida,
cuando por la vez primera
tu mirada placentera
vino a anunciar su venida.

«Alma noble, dije al verte,
corazón osado y fuerte
en amor y odio extremado,
has de ser muy estimado
de la que llegue a quererte».

Harto bien lo presagiaba,
¡mas, por Dios, no sospechaba
aquélla que lo decía
que la idólatra sería
del corazón que juzgaba!

¿Por qué tu mirada era
tan dulce? ¿Por qué tu ruego
quisiste una vez que oyera?...
Con una chispa de fuego
se enciende una inmensa hoguera.

Dice alguno en su porfía
que es mi alma dura roca;
mas, por la Virgen María,
que a un acento de tu boca
se ha deshecho el alma mía.


SE HA DESHECHO EL ALMA MÍA
Carolina Coronado
(1820 - 1911)

10 Comentarios:

Ricardo Miñana dijo...

Que la ilusión y la esperanza sigan llamando a la puerta en el nuevo año que llega,
y que se cumplan tus deseos.

¡¡¡Feliz año 2011!!!

kanet dijo...

Hola mi estimada Princesa, cuando vienen a ti y te cuentan lo que quisieras que te dijeran a ti, es tremendo, como bien dices, se desatan dentro de uno mil tormentas, no tan solo una.
Cuando ves que el otro no te ve con los mismos ojos con que lo ves tú, te sientes desfallecer y entonces es cuando llegan las preguntas. ¿Porqué?¿Porque has posado tus ojos en mi y has encendido mi fuego?
Mil demonios se desatan en dura batalla en contra de tu corazón, no dándote sosiego ni tregua, tan solo el bálsamo de una palabra, un gesto, sería capaz de apaciguar tu alma y poder ver la imagen que has traído, un océano tras la tormenta.
Me ha encantado mi querida señora, no relata nada más que una pura realidad que acomete a más de una/o.
Besitos azules mi querida y noble Princesa, que tengas un buen día, muassssssssss

AKASHA BOWMAN. dijo...

Primeramente decirte que la imagen con que has acompañado este poema de la gran Carolina Coronado es sublime y tremendamente inspiradora. Casi que apetece sentarse a orillas de esos acantilados y ver la vida pasar, mientras el alma de deshace al son de los jirones de bruma que levanta la marea.

En cuanto a las letras, no es la primera vez que la señora Coronado me evoca muchas cosas (al fin que no deja de ser una coetánea mía jeje).

Es hermosa la angustia que precede a la tempestad de un alma, cuando los presentimientos de que algo va a trastocar nuestra vida de forma inevitable nos invade. Desde ese momento nada vuelve a ser igual jamás...
Y más hermosa es la forma en que otro ser puede deshacer nuestra alma con el poder de una sola de sus miradas, de una sola de sus palabras...

Me encanta la última estrofa, pues para aquellos que se atrevan a juzgar un alma de fría y distante que sepan que a menudo el roce delicado de un aliento abrasador, de una palabra afectuosa, es capaz de deshacer toda armadura previa.

Besos Princesa y si no nos leyéramos antes que tengas una buena despedida y comienzo de año.

Wendy dijo...

Creo que todos hemos tenído que pasar alguna vez por esas terribles tormentas que dejan el alma devastada, primero nos dispusimos a navegar penando que el mar estaría tranquilo sin sospechar lo que se nos avecinaba ¡bendita inocéncia de almas puras!
Por sí no te lo he deseado lo suficiente ¡Lo mejor para el Nuevo Año!
Kis.

Princesa Amidala dijo...

Un millón de gracias por tus buenos deseos Ricardo M.,
e igualmente te deseo todo lo mejor para el año que está a punto de iniciarse.
Un abrazo y hasta pronto.

Princesa Amidala dijo...

Mi dulce azulita,
que gran crudeza me expones, verse en la tesitura de contemplar aquello que desearíamos para nosotros con la enorme frustración de saber qué precisamente no está destinado a uno mismo, ains...que situación más frustrante y dura. Pero de todo se aprende, se crece y se fortalece el alma y algo seguro es que después de la tormenta siempre prevalece la calma.

La foto es de esas que ponen los pelillos como escarpias, ¿verdad?,me pareció muy apropiada con el poema, tempestad, la calma posterior y esas rocas que son bañadas por las olas en retirada, la bruma...

Gracias por tus siempre dulces deseos querida, besitos de buenas noches con aroma de nuestro amado mediterráneo, muaahhhh!

Princesa Amidala dijo...

Mi queridísima Akasha,
la explosión de emociones que pueden surgir en el interior de un alma enamorada perfectamente puede asemejarse a las aguas de un mar embrabecido. Y la sensación después de haberse encendido esa llama, despues de haberse producido ese encuentro de miradas, es comparable al estado de calma que experimenta el oceano después de una tormenta.

Creo que a los que amamos el aire libre, a los que nos gusta perdernos por la naturaleza por el simple placer de deleitarnos con su contemplación no podemos quedar indiferentes ante el espectáculo que suponen las costas marítimas. Terriblemente inspiradoras con sus olores, sus sonidos, su esencia, ains...adoro el mar y nunca había sido tan consciente como lo soy ahora.

Como sabes no soy más que una mera iniciada con las letras pero eso no me impide distinguir lo que me gusta de lo que me deja indiferente, jeje, y esta coetánea tuya sin dudda me encanta.

Tienes razón querida, cualquiera puede ser derrotada en custiones de amor, todos tenemos algún punto débil que puede llegar a ser descubierto por la persona adecuada para ello, por supuesto, jeje!

Besitos preciosa y lo mismo digo, si no nos hablamos que tu despedida y tu rentrée al 2011 sea estupenda.

Princesa Amidala dijo...

Hola mi querida Wendy,
creo que si supiéramos que el mar va a desatar su ira sobre nosotros simplemente no nos adentraríamos en él. Pero éste es tan tentador y tan embriagador cuando está en calma no deja de ser un enorme placer bañarse en él.

Bendita inocencia querida amiga, bendita sea, jeje!

Que tengas una estupenda entrada de año cielo, te deseo lo mejor, besitos y hasta pronto.

Juanjo dijo...

Este era un texto casi de cabecera en los tiempos de los últimos años del instituto, y recuerdo, casi como fuera ayer, que lo interpretábamos como la forma en la que la vida da lecciones al que dice "de este agua no beberé".

"mas por Dios, no sospechaba
aquella que lo decía
que la idólatra sería
del corazón que juzgaba"

Cada segundo de la existencia puede deparar un aprendizaje...

Besos princesa, casi me he puesto al día y esta entrada ha sido de hermosos recuerdos. Gracias, muchas gracias por todo.

Princesa Amidala dijo...

Mi querido mucho_que_contar,
como me gustan estos comentarios tan sinceros que me haces...personalmente no conocía este poema, pero mi interpretación es parecida a la tuya,

"mas por Dios, no sospechaba
aquella que lo decía
que la idólatra sería
del corazón que juzgaba"

cuando leí esta estrofa, yo pensé, ves...si es que nunca hay que subestimar la fuerza del contrario, nadie es invulnerable y lo último que hay que hacer es jactarse de nada ya que cualquiera otro día podemos estar nosotros en la misma posición.

Gracias por ponerte al día querido amigo y mis disculpas en mi tardana respuesta.

Besitos.

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